Durante la semana anterior a la destrucción del templo, el maestro reunió a dos de sus discípulos en el mirador. Al llegar los mismos, tomó el puñal que estaba escondido detrás de un ladrillo flojo, y preguntó a los suyos qué harían con el mismo, si se los entregara.
El primero de ellos, siempre atento a las indicaciones, se quedó especulando, y buscando el sentido oculto que el maestro siempre ponía en todo. A decir verdad, aprendió a callarse lo suficiente hasta que le dieran la respuesta, o simulara saberla.
Mientras que el segundo, poco acostumbrado a los acertijos, y algo dominado por sus instintos, le dijo apresuradamente que lo usaría para cazar más, para tener ventajas en un combate, para dejar señales en los árboles...
El maestro lo miró fijamente, en silencio. El primer discípulo sonrió levemente, sabiendo que su compañero estaba equivocado, definitivamente ESA no podía ser la respuesta correcta. El otro, el apresurado, los miró a ambos, y les preguntó si estaba diciendo incoherencias, o acaso no era eso lo que podría hacerse con un puñal.
"Y si te diera el puñal, ¿qué harías?" dijo el maestro a su discípulo silencioso, ignorando al otro.
"lo aceptaría, y te preguntaría qué debo hacer con él."
"Pero, ¿Qué harías?"
"Esperaría una tarea para hacer con él"
"Pensá por vos mismo, cuestioná la autoridad."
"¿Entonces debo matarte?"
"¿No estarías haciendo lo que te pedí de todos modos?"
Quedó perplejo, una vez más, ante la sabiduría de su maestro. De un arrebato, el segundo discípulo tomó el puñal y los mató a ambos: A su compañero por inútil, y al maestro... para hacerle caso.
20.11.07
El maestro y sus seguidores
Said By:
Y.
| At:
10:37 p.m.
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2 comentarios:
Standing ovation.
buena historia, interesante!.... (lamentablemente me sentí relacionada con el que calla y cree que hay algo oculto por descubrir en todo)
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