No sé si tengo más ganas de seguir con esto. Bah, estoy mintiendo. Sí tengo ganas. El hecho fundamental se debe a prevenir una posible psycho crisis. (queda mejor en inglés, me gustan las palabras con muchas consonantes).
Hay cosas que hago improvisadamente, aunque "cosas" no es la palabra adecuada, pero cómo decirlo de modo correcto. Entre esas cosas, me cuesta poner límites. No me refiero a comer no más de 10 merengadas. Sino a límites espaciales, temporales, mortales. Mortalidad de la acción? algo semejante, diría que menos poético, pero no sé qué significa esa última palabra.
Cómo matar una acción? Cómo marcar su fin? En algún momento, algo debe dejar de hacerse, pero no descubro el momento ideal, ni cómo parar la máquina, ponerle pausa, cancelar. He escuchado por ahí que las cosas buenas se hacen "hasta que el cuerpo aguante", pero no sé si sería lo mejor, dadas mis circunstancias, hacer mientras me dé mi voluntad. Quizás una pausa sea bien merecida, pero también algo poco noble, algo de lo cual se marcarán muchas cosas.
Uno (la esencia despersonalizada del yo) cree que la vida se basa en elecciones, que uno está, en cierta medida condenado a elegir. Y uno se engaña, creyendo que postergar las cosas no es elegir. Se cree que si deja todo como está, si no hace nada, las elecciones se habrán detenido, y esa máquina culposa llamada realidad se paralizará.
Me gustaría explicar un poco más acerca de la máquina culposa. Pongamos que usted es un juez penal. A usted le facilitan datos sobre una causa, a la cual debe brindar veredicto y sanción (en caso de que hubiera o hubiese). Agregemos, también, que todo veredicto y toda sanción tiene consecuencias sobre su persona, en base a su elección. Las consecuencias son inmensas e inacabables, tienen graduaciones, temporalidades, y un largo etcétera. (a modo de ejemplo-dentro-de-ejemplo podríamos decir: en el momento de dictado el veredicto, sentirá una profunda alegría, pasaría dos días cuestionándose y una vez terminados caerá en un pozo depresivo por la incorrecta desición, vestirá de luto y se suicidará, tres años más tarde.) Pero la situación no termina ahí, para volverla más caótica posible, en lugar de darle todas las evidencias, se manejará con datos de segunda o tercer mano, trastocados, faltantes, en pedacitos. Y estos datos son millones, tanto que no puede en la vida verlos a todos. Y, por supuesto, no tiene tiempo de hacer una decisión concienzuda, ya que ello también alteraría a la causa. Para finalizar el ejemplo, imagínese que ese juzgado al que pertenece se llama vida, esas evidencias se llaman sentidos y sensaciones, y esos veredictos se llaman acciones. Ahora entiende un poco más en el lío en el que estamos envueltos.
24.9.07
Juez
Said By:
Y.
| At:
9:45 p.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario