10.4.08

Q

Quizás me arrepienta de esto, como de cuando compré un teclado barato y ya muchas teclas anden "duras". Debo admitir que es sencillo hacerme feliz, creo que es una cosa de la que nadie puede jactarse. Pero aquella gente que me logra poner mal, tiene su lugar asegurado en ese segundo antes del fin, donde pasa toda tu vida delante de los ojos.
Y con que me pongan mal no me refiero a que me lastimen (en sus ambos sentidos) ni a que me agredan. No son cosas que me ponen mal, ni nervioso. Pero las personas que logran que baje las barreras, que frene, y me saque la persona y sea más "yo" (si ese yo es algo real y no producto de las circunstancias) son las verdaderamente importantes.
Si ven que cambio de cara, que mis ojos están vacíos, que hago muecas corporales, y no escucho, presten atención.

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