¿Cuando olvidamos nuestros sueños?

Las infinitas posibilidades que encierran cada día deberían rebalsar la mente. El sólo número de experiencias que podría tener es incontable, y estoy acá sentado actualizando mi correo.

Vivimos atrapados en loops. Reviviendo unos pocos días una y otra vez, e imaginamos sólo un puñado de caminos delante nuestro. Vemos las mismas cosas cada día, respondemos de la misma manera, pensamos lo mismo; cada día como una pequeña variación del anterior, cada momento siguiendo las suaves curvas de las normas sociales.

Actuamos creyendo que si hacemos lo que tenemos que hacer hoy (igual que todos los días), mañana nuestros sueños se volverán realidad.

Y no, no tengo todas las respuestas. No sé en qué (ni cómo) podría transformarse cada momento.
Pero sé una cosa: La solución no consiste en ahogar cada una de mis pequeños pensamientos y
mi impulso creativo por el hecho de que algún día me será más fácil entrar en un molde.
No consiste tampoco en forjar mi vida para encajar mejor en las expectativas de otro (o de nadie).
Ni mucho menos en detenerme por miedo a agitar las aguas.

Esto es muy importante, así que quiero decirlo lo más claro que puedo:

FUCK.

THAT.

SHIT.

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¿Y dónde estás vos?