Tendría que estar durmiendo ahora. Estos últimos días me estuve autodestruyendo. No sé todavía qué sentido tiene todo esto, pero por ahora es lo que hay. Imagino que algo dentro mío me está castigando, por cosas que no debería haber hecho, será que después de todo, tengo conciencia. O tal vez estoy aburrido, con ganas de experimentar cosas raras. O simplemente tenga tiempo para hacer lo que quiera.
Este año que termina se lleva muchas cosas de mí. No fue un buen año, y no es que sea dramático, pero creo que la he pasado mejor y he tenido mejores logros en años anteriores. Descubrí muchas cosas, muchos traidores, y mucha belleza. Pero especialmente, traidores. No sé a qué se debe, será que los atraigo. Es el complemento perfecto, como la histérica que seduce a cuanto se cruza por delante y el neurótico que hace lo imposible para no perderla. Entonces claro, a un paranoide rodealo de traidores, de falsos, de apariencias, y de ese modo le das una vida divertida. Gracias, gracias a todos, la estoy pasando re-bien.
Esto me hace pensar que quizás si modifico mis pensamientos, modifico la realidad que me rodea. Si dejo de buscar excelencia, pueda ver que hay gente abajo de esos disfraces. Hasta ahora mi vida fue navegar en un mar de rostros, que no tenían nada para aportar. Escapé de la nada, primero por las ciencias duras, luego por las blandas, ahora por las artes. Siempre esquivando a los clones, siempre. Si dejara de pensar en ellos como clones, quizás puedan decirme algo interesante.
Considerando que leer es alienarse (es decir, cada vez uno se extraña más de lo que era en un principio, si es que somos algo), me doy cuenta que cada vez estoy más alienado. Ya muchas veces pienso en las relaciones humanas como obras de teatro: la camarera juega a ser camarera, el médico lo mismo (digo, juega a ser médico. Nunca me trajo un café el médico). Y qué difícil se ponen las cosas cuando uno no actúa como cliente, como paciente! Esto lo vi en diversas obras, uno, por ciertas características, tiende a hacer papeles parecidos. ¿Y dónde está tu realidad ahora? Ya sabés que sólo estás actuando!
Me tiemblan las manos, me duelen las articulaciones, y mi estómago no deja de quejarse de todo lo que metí en él. Las sensaciones no son agradables, pero si me duermo ahora estoy muerto, no hay diferencia entre ambos estados. Y a mí no me van a llevar fácil.
17.12.07
De la nada a la eternidad.
Said By:
Y.
| At:
2:50 a.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario